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Es muy habitual que los hermanos duerman en habitaciones compartidas, sobre todo cuando la falta de espacio no nos deja otra opción o tenemos mellizos o niños de edades similares.

Sin embargo, si para algunos padres es difícil tomar una decisión respecto a la habitación de su bebé y al momento en el que le sacarán de su cuarto  una vez que la cuna se le ha quedado pequeña o que no necesita mamar o alimentarse en la noche, más lo es cuando los implicados son dos hijos. A no ser que no tengamos habitaciones suficientes en casa para que duerman solos, cada uno en un cuarto, si tenemos la posibilidad de separarlos nos asaltan las dudas.

Pero, ¿qué debemos tener en cuenta antes de tomar una decisión?

1. Edades de los niños

La edad del mayor es algo a tener en cuenta a la hora de meter a un hermano en la misma habitación. Por ejemplo, si es mayorcito y su hermano es un bebé quizá sea mejor que cada uno tenga su espacio, más que nada porque los horarios de uno y otro no serán iguales y podrían perturbar el descanso del pequeño o el estudio del mayor, en caso de niños en edad escolar más avanzada que la etapa infantil.

Además, muy habitual por ejemplo en el caso de las niñas, puede gustarle invitar a sus amigas o sus primas a dormir algún fin de semana o en vacaciones y en ese caso, el pequeño tendría que salir esa noche de la habitación, a no ser que haya espacio para 3 o más niños.

En caso de que ambos sean pequeños, no importa tanto el espacio porque puedes optar por las cunas convertibles en camas que las hay para dos o más niños y no ocupan tanto como las camas convencionales.

cunas convertibles post compartidas

2. Enfermedades

Cuando uno de los dos padece alguna enfermedad o patología, no tiene por qué ser grave sino algo como asma, respiración fuerte o incluso que hable de noche, quizá no es conveniente que compartan habitación para no molestarse el uno al otro. Una simple respiración en la cama de al lado puede ser suficiente para que el niño que dormía bien empiece a tener problemas para conciliar el sueño.

Esto ocurre además cuando uno de los dos se pone malito, con fiebre, tos, vómitos…algo muy común los primeros años de la infancia, y hay que entrar a la habitación a cambiar sábanas, darle su medicina o colocar un humidificador para calmar su resfriado.

3. Hábitos de sueño

Otro de los factores que debes tener en cuenta para saber si los hermanos deben compartir o no habitación son los hábitos de sueño que tiene cada uno de ellos. Aunque es probable que eso cambie en unos meses o incluso mejore con el simple hecho de sentirse acompañados, si no te quieres arriesgar piénsalo bien antes.

Hay niños que tienen más dificultad que otros para conciliar el sueño nocturno y se despiertan varias veces en la noche y otros que son como marmotas y no se inmutan ni con la mayor de las tormentas. Si cada hermano es diferente en este sentido y al menos quieres seguir disfrutando de los dulces sueños de uno de ellos, mejor déjalos como están o prepara otra habitación.

4. Tamaño de la habitación

Contar con una habitación grande en la casa para los niños es una gran ventaja cuando quieres que estén juntos. Aunque los primeros meses para lo único que estarán en ella es para dormir, a medida que se hagan mayores, la habitación será también su lugar de juegos. Por tanto, si quieres que compartan habitación y ésta es pequeña como para dejar sitio a los juguetes o mesa de estudio, mejor que habilites otra estancia de la casa para ese fin.

Otra opción es que cada uno tenga su cuarto y en el más grande guarden los juguetes si son similares o que cada uno tenga sus cosas en su habitación.

 5. Seguridad de la estancia

Esto tiene que ver también con la diferencia de edad entre ellos. Si uno es lo suficientemente mayor para saber, por ejemplo, que no debe meter los dedos en el enchufe, no es necesario que coloques protectores pero tendrás que tener cuidado si su hermano aún desconoce el peligro y colocarlos cuando le cambias a esa habitación.

Comprobar que la habitación es segura para ambos al igual que lo haces con la seguridad del resto de la casa es importante si no quieres que un día te den un disgusto.

 A pesar de todos estos consejos y de las preferencias y decisión de cada padre, los beneficios de que los hermanos compartan habitación pueden estar por encima de todo lo demás y como señalan en una famosa revista pediátrica tiene sus ventajas, entre las que destacan:

  • Más unión entre ellos porque harán como un equipo
  • Menos miedo a dormir o a la oscuridad al estar juntos y quizá mejorará su descanso nocturno al sentir cerca a alguien
  • Se sentirán más autónomos e independientes. El mayor se hará más responsable con el cuidado de su hermano y el pequeño estará orgulloso y seguro junto a su modelo a seguir, que es su hermano.
  • Ambos estarán más entretenidos y no supondrá tanto problema la hora de irse a dormir si se van al mismo tiempo

Decidas lo que decidas, tus hijos estarán bien de cualquier manera y tanto ellos como vosotros estaréis felices de tenerlos cerca.

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