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La Normativa Europea de homologación para dispositivos de retención infantil en el automóvil ha sido criticada a menudo por su bajo nivel de exigencia. Europa se ha amparado tradicionalmente en la dudosa teoría del café para todos, según la cual subir el listón de seguridad podría situar el precio de los dispositivos fuera del alcance de un sector importante de la población.

Pero la experiencia nos demuestra que la seguridad no es un lujo.

plus-test-marchaEn un impacto frontal la inercia empuja la cabeza del niño hacia delante con una fuerza que multiplica su peso por la deceleración. Esta fuerza puede llegar a multiplicar hasta por 30 veces su peso en un impacto a tan sólo 60 Km/h, con un elevado riesgo de sufrir importantes lesiones en las vértebras cervicales.
La tecnología actual permite medir las tensiones que sufren las vértebras en un impacto de estas características en función del dispositivo de retención infantil que utilicemos.

 

Preocupados por la omisión de estos controles en la norma Europea, dos instituciones suecas, el VTI ( Swedish National Road and Transport Research Institute) y el NTF ( National Society for Road Safety) en colaboración con el fabricante de automóviles Volvo,
la aseguradora Folksam y el instituto sueco de normalización SIS ( Swedish Standards Institute) desarrollaron en el año 2009 un nuevo estándar que verificara los esfuerzos que soporta el cuello del ocupante en un impacto frontal, no olvidemos que las diferencias morfológicas entre un bebé y una persona adulta son muchas:

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Es por esto, que lo que más hay que proteger de un bebé es la cabeza, cuello y órganos plus-test-contramarchainternos. Poner la silla de auto de espaldas a la marcha es 5 veces más seguro, la cabeza, el cuello y la espalda están alineados sobre el respaldo y la fuerza del impacto es absorbida por la propia silla salvaguardando al máximo las zonas más vulnerables del niño y reduciendo considerablemente la presión sobre su tórax y abdomen. Cualquier niño debería viajar de espaldas a la marcha como mínimo hasta 2 años de edad y si es posible, se recomienda fervientemente llevarles de espaldas hasta los 4 o incluso hasta los 7 años si es posible.

Este estándar recibe el nombre de Plus Test para sillas de auto de espaldas a la marcha.plustest_label

Es de cumplimiento voluntario por parte de los fabricantes de dispositivos de retención infantil y no sustituye sino que es complementario a la norma Europea R44.

Los requerimientos son tan exigentes que no existe ningun dispositivo de cara a la marcha que haya pasado las pruebas. La idea que subyace tras el estándar es que ningún niño pueda sufrir daños serios que puedan poner su vida en peligro en un impacto frontal cuando va correctamente instalado en un dispositivo de retención con el sello del Plus Test. Fundamentalmente son dos los factores que marcan la diferencia: El primero es un crash-test mucho mas exigente. Como en la normativa europea también se realiza a A 50 Km/h pero con una desaceleración de frenado de 38g. contra los 28g. a los que las somete la norma vigente. Esto es así porque se tiene en cuenta la distancia recorrida hasta que el coche se detiene.

El segundo factor, y el más importante, es la medición con precisión de la carga cervical, es decir la fuerza que soporta la zona de cuello y hombros, las vertebras de la zona cervical, en el momento del impacto.

Es que en base a las estadísticas, las lesiones graves en la zona cervical son desgraciadamente muy frecuentes en accidentes y está demostrado que un niño menor de 3 años no puede soportar un esfuerzo cervical mayor a 130 kg. El Plus Test utiliza un dummie Q3 para representar un niño de esta edad y establece el límite permitido de este esfuerzo en los 122 kg.

 

Vía Matías Masso

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