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Si tu bebé muerde a otros niños en la escuela infantil, a su hermano mayor en casa o incluso a ti misma seguramente te has preguntado si tienes un pequeño vampiro en casa o si este acto es normal.

Cuando un pequeño que no levanta dos palmos del suelo pega un mordisco a otro niño y le hace gritar o llorar porque hinca sus pequeños dientes con fuerza, nos ponemos nerviosos y no sabemos cómo actuar. Sin embargo, has de saber que es un reflejo bastante frecuente cuando aún no sabe hablar o explicarse con soltura aunque no por eso debemos dejarlo pasar como si nada.

Vamos a contarte las posibles razones por las que tu bebé o niño pequeño muerde, cómo debes actuar cuando lo hace y lo que que puedes hacer para evitarlo o educarle a que no lo repita.

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1.Tu bebé muerde, ¿por qué lo hace?

 

Lo primero que queremos dejarte claro es que morder es un acto muy frecuente en los bebés y niños pequeños y en la mayoría de ocasiones, no indica ningún problema grave que no se pueda solucionar. Aunque es algo pasajero te alegrará saber que hay formas de actuar y proceder para evitarlo o al menos conseguir que poco a poco tu hijo vaya dejando esa costumbre.

Cuando un bebé ya camina y recorre la casa o cualquier estancia inspeccionándolo todo cada vez va adquiriendo más destrezas y coge todo lo que encuentra a su paso.

Si está solo tiene la libertad de hacer lo que quiere cuando no le observan, que suele ser pocas veces, ya que las madres ponemos gran atención a todo lo que tocan cuando son tan pequeños. Pero, ¿qué ocurre cuando quiere alcanzar o llevarse a la boca algo y llega alguien para impedírselo? A veces, recurre a los dientes.

Aunque lo más común es que los niños empiecen a morder cuando acuden por primera vez a una escuela infantil o al colegio si no han pasado por estos centros antes, algunos lo hacen incluso en casa si ya tienen entre 1 y 3 años.

Uno de los motivos puede ser la dentición, ya que cuando les está saliendo algún diente tienden a meterse todo en la boca para calmarse y a morder lo que encuentran, de ahí a que existan los llamados “mordedores” para aliviarles. En este caso, lo hacen de forma inconsciente.

Otra razón por la que un bebé muerde puede ser que está en un periodo de adaptación al inicio de una etapa de escolarización. Si estaba acostumbrado a estar solo y de repente acude a una escuela infantil  y se da cuenta de que no es el centro de atención y hay más niños que juegan con “sus cosas”, puede empezar a morder a sus compañeros. Lo hace para conseguir lo que considera suyo o para llamar la atención.

Y los mordiscos también pueden deberse a que el niño está celoso por la llegada de un hermano o simplemente porque se frustra al no poder expresarse con palabras o no entienden lo que quiere decir porque no tiene suficiente soltura verbal cuando ya es más mayorcito, sobre los 2,5 o 3 años.

2.Tu niño muerde: cómo debes actuar

“Mi bebé muerde y paso mucha vergüenza cuando lo hace”. Es una frase muy típica que quizás has pronunciado más de una vez en un círculo de amigas, con la familia o incluso en una consulta de pediatría.

Lo primero que puedes averiguar es qué pasó justo antes de que mordiera, si estaba jugando solo o con otro niño, si estabas tú con él o qué persona le cuidaba en ese momento…Así tendrás más pistas sobre la razón o causa que motivó ese comportamiento.

La psicóloga Sara Tarrés, de Mamá Psicóloga Infantil recomienda lo que debes hacer cuando tu niño muerde:

  • No actuar de la misma manera, es decir devolviéndole el mordisco porque de esa forma le estaríamos confirmando que para manejar las emociones la mejor conducta es la violencia o la imitación de lo que otros hacen aunque sea malo.
  • Evitar sonreír o mostrar que nos hace gracia cuando nuestro bebe muerde a otro
  • Tanto los papás como los educadores de la escuela infantil o el cole han de trabajar juntos para evitar estas conductas
  • Enseñar a tu hijo formas distintas de expresarse cuando está enfadado para que no recurra al mordisco
  • Evita dirigirte a él con un “malo” o palabras que pueden bajar su autoestima. Tarrés asegura que “no hay niños malos solo conductas inadecuadas que debemos reconducir”
  • Si te preocupa demasiado esta conducta y no sabes qué hacer consulta con tu pediatra para que te aconseje

Además de estos consejos, cuando tu bebé muerda deberás asegurarte de que el niño afectado está bien y evita que empiece una pelea entre ambos, separándoles a tiempo.

Algunos expertos recomiendan que evites un castigo duro porque puede que eso provoque enfado y la consecuencia contraria que sea volver a hacerlo. Y también aconsejan que les enseñes a acudir a ti o a los educadores cuando algo les disgusta antes de dañar a otro niño.

3. Cómo evitar que vuelva a morder

Además de saber actuar cuando muerde, seguramente quieras saber si hay alguna forma de evitar que se convierta en un acto rutinario. Si un bebé o niño pequeño muerde hay algunas cosas que puedes hacer para acabar con esta costumbre.

  • Conoce la causa y actúa a tiempo: si sabes cuál es el motivo o cuándo tu bebé suele morder será más fácil prevenirlo. Puede ser que lo haga cuando le quitan sus cosas, cuando otro niño le grita o cuando tú estás atendiendo a su hermano pequeño. En el caso de que acuda a un centro infantil, los educadores pueden estar atentos y ayudarte a identificar esos momentos.
  • Observa su conducta: antes de morder, los niños suelen gritar, ponerse a llorar, patalear…y después se lanzan hacia el brazo, la cara o lo que tengan cerca para hincar los dientes. Si ya lo ha hecho más veces, puedes prevenirlo cuando veas que está riñendo con otro niño y retirarle a tiempo.
  • Retírale del escenario del juego: una retirada a tiempo siempre es buena. Si estáis en una habitación con más bebés o niños de su edad o incluso mayores, y todos quieren lo mismo, las discusiones están aseguradas. En esos casos, si tu bebé muerde habitualmente o lo ha hecho más veces, lo mejor es llevarle a otro lugar y entretenerlo con otra cosa.
  • Mantén la calma y muéstrate cariñosa pero firme: si te pones nerviosa cuando intuyes que va a morder, le recriminas, le gritas o castigas, es probable que sienta que consigue su objetivo, si era llamar tu atención. Además, los niños no lo hacen por maldad sino que puede ser una forma de expresar su enojo porque no son capaces de hacerlo con palabras. Explícale con calma que eso está muy mal y que no debe hacerlo.
  • Fortalece su inteligencia afectiva: el hecho de relacionarse con otros niños y tener sus amigos les encanta a partir de los 3 años, más o menos, cuando empieza la etapa escolar. Tanto en el parque como en otros espacios, alábale o enséñale las ventajas de tener amigos y cómo hacerlos y conservarlos portándose bien y compartiendo las cosas.
  • Advierte a otros padres o cuidadores:cuando es algo habitual, debes avisar en el centro infantil o si va a casa de los primos o de amigos de que puede morder si se enfada o le molestan. Eso les mantendrá alerta cuando vean a los peques discutiendo y podrán prevenir a tiempo un mordisco.
  • Dale objetos o alimentos para morder: si el motivo es que está molesto por la salida de algún diente o molar intenta ofrecerle algo para que muerda como un trozo de pan, una fruta o un mordedor si es más bebé.
  • Haz que se ponga en el lugar del otro niño: imitar las conductas que ven en otros es muy normal, por eso, si otro niño cerca ha mordido enséñale lo mal que ha actuado su amiguito y explícale que eso no se hace y que debe enseñar a sus compañeros a que eso está mal. El hecho de sentirse mayores con otros niños de su edad les aporta seguridad y confianza.

Los bebés o niños que muerden tienen una etapa pasajera que no vuelve, así es que no te preocupes demasiado porque es algo que no le durará mucho tiempo. Lo importante es que sepas actuar con calma y puedas prevenir en la mayoría de ocasiones que tu bebé muerda y entiendas las razones de por qué lo hace. En la mayoría de casos, no es un síntoma de nada grave que requiera un tratamiento psicológico, pero si te preocupa mucho no dudes en consultar con el pediatra.

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