La aromaterapia es una terapia alternativa natural que utiliza aceites esenciales que se extraen de flores, tallos, raíces de plantas y hojas.
La aromaterapia puede utilizarse en el baño, en aceite para masaje, en un vaporizador o en un quemador.
Los aromas cambian nuestros estados de ánimo porque el bulbo olfativo está en contacto directo con las células del cerebro; si tenemos algún cambio emocional poniendo el aceite esencial en un quemador o esparciendo el aroma por el ambiente o simplemente en un pañuelo nos ayudará a encontrar el equilibrio.
Si se utiliza como aceite para masaje debes tener cautela, porque algunos de estos aceites pueden ser irritantes o no debes usarlos sobre todo durante los tres primeros meses de embarazo.
Aromaterapia en el embarazo:
Durante los primeros cuatro meses los aceites esenciales recomendados son el pomelo, bergamota, naranja, melisa o sándalo. Por ejemplo, para controlar la ansiedad puedes darte un baño para relajarte con 3 gotas de sándalo y 3 de melisa.
De cinco a siete meses de embarazo, puedes prevenir las estrías con una mezcla de aceite de almendras con 3 gotas de incienso y 3 gotas de limón y masajear las piernas y los costados del abdomen. Para las piernas y tobillos hinchados por la retención de líquidos puedes usar compresas frías con agua que se mezclará con 6 gotas de ciprés.
Después de los siete meses, podemos agregar en dosis bajas manzanilla, salvia esclarea, lavanda, rosa y romero para masajes y baños relajantes.
Al usar Aceites Esenciales hay que tener en cuenta las siguientes precauciones:
1. Los Aceites Esenciales en estado puro no deben aplicarse directamente sobre la piel ni sobre las mucosas externas e internas sin recomendación.
2. Mejor no aplicar sobre la piel las esencias (perfumes) sintéticos, usar únicamente en difusores ambientales
3. En caso de contacto accidental de los Aceites Esenciales con la piel, las mucosas o con los ojos, lave la zona afectada con agua abundante y después coloque unas gotas de aceite vegetal para diluir cualquier residuo dejando calmar la irritación provocada…
4. Los Aceites Esenciales puros son altamente inflamables, por lo que debe mantenerlos apartados de cualquier fuente de calor.
5. No ingerir los Aceites Esenciales por vía oral sin indicación de un profesional
6. No cambiar por su propia voluntad la indicación aromaterapeutica y no aumentar las dosis recomendadas en el tratamiento aromático.
7. Cuando no se usen los Aceites Esenciales, los frascos deben almacenarse bien cerrados, y fuera del alcance de la luz solar directa y el calor, y los niños…
8. Hacer prueba cutánea para evitar la reacción alérgica. Incluso alérgicos a perfumes pueden beneficiarse de los Aceites Esenciales. Lo más importante para la embarazada es no utilizar un aceite que le provoque alergia.
9. Algunos Aceites Esenciales, como los obtenidos de cascaras de cítricos, de Angélica o de Verbena son fototósensibilizantes, por lo que deben ser aplicados algunas horas antes de la exposición al sol ya que en zonas del cuerpo expuestas al sol pueden aparecer manchas en la piel y se debe usar los aceites esenciales dermocáusticos (canela, tomillos, oréganos y ajedrea) siempre muy diluidos ya que pueden ser irritantes para la piel.
10. Por supuesto, nunca debes utilizar un aceite esencial cuya fragancia te desagrade, especialmente ahora que tienes el olfato tan sensible, ya que podría provocarte náuseas.
Algunos Aceites Esenciales tienen propiedades que no son favorables (o son prohibidos) durante el periodo de embarazo, a si que ten en cuenta:
EMENAGOGOS: provocan fenómenos congestivos en la membrana uterina promoviendo y regulando la menstruación, por lo que deberían ser evitados al comienzo del embarazo: angélica, albahaca, alcaravea, hisopo, zanahoria, mejorana, mirra, romero, salvia (salvia officinalis), salvia romana (salvia sclarea), manzanilla, lavanda (lavandula officinalis), comino, hinojo, gálbano, jazmín, enebro, nuez moscada, orégano, perejil, menta, rosa, santonina, estragón, tomillo…
UTERINOS, tonifican el útero: salvia romana, clavo, incienso, jazmín, melisa, mirra, rosa…
PARTURIENTOS, facilitan el parto: anís, albahaca, salvia romana, clavo, eneldo, jazmín, enebro, lavanda, nuez moscada, perejil, rosa, hierbabuena…
ABORTIVOS, pueden provocar un aborto: ruda, tuya, artemisa…
No se debe olvidar que los Aceites Esenciales son sustancias poderosas y altamente concentrados en sus principios activos, así que no olvides el principio de Paracelso, según el cual “toda sustancia es medicamento y veneno, la diferencia radica en las dosis”.
Los siguientes aceites esenciales son ideales para el parto:
Debido a la sensibilidad al olor durante el parto, lo mejor es utilizar solo un par de los aceites a la vez.
Neroli, bergamota, rosa, manzanilla o incienso ayuda a aliviar el miedo y la ansiedad, y promover la relajación entre las contracciones. Estos son buenos aceites a utilizar en un difusor.
Es posible que ya esté familiarizado con la lavanda como un medio para la promoción de una buena noche de sueño. El aroma es bien conocido por ayudar a la relajación y promover la calma. El aceite también es un analgésico que estimula la circulación y la curación y puede fortalecer las contracciones. La lavanda es buena para los dolores y ayuda a equilibrar y calmar la parturienta. Después de que el cuello uterino haya dilatado al menos 2 cm, puedes considerar tomar un baño de lavanda 30 minutos. Los estudios demuestran que esto puede mejorar el progreso en el trabajo de parto y reduce significativamente la necesidad de medicamentos.
Entre las contracciones, un masaje en los pies o en la zona lumbar puede calmar y estimular el alivio del dolor. Añadir 20 gotas de lavanda y 8 gotas de salvia en 100mls de aceite de oliva.
La Salvia (Clary sage) es uno de los aceites que se deben evitar durante el embarazo en sí, pero puede fortalecer las contracciones durante el parto. Es también un gran aceite para levantar el ánimo y reducir la ansiedad, pero no se recomienda u uso si utiliza el oxido nitroso.
Jazmín, lavanda, o compresas de salvia pueden estimular o fortalecer las contracciones y compresas frías en la frente para refrescar. Para preparar una compresa sólo tiene que añadir 3-4 gotas de aceite esencial en un recipiente con agua tibia o fría. Coloque una franela sobre la superficie del agua para absorber la película de aceite, escurra la tela y aplique sobre la zona. La compresa impregnada con Jazmín actúa como un tónico uterino, analgésico y antiespasmódico y puede ser utilizado para el alumbramiento (ayudar a la salida de la placenta).
1 gota de aceite de menta ofrecido en un pañuelo puede evitar las náuseas, o puede ser utilizado como un “pick-me-up” durante la fase de transición, para luchar contra la fatiga.
Si el estar en tensión impide que se abra el cuello del útero durante las contracciones, un masaje abdominal o una compresa de 8 gotas de nardo, 7 gotas de jazmín y verbena, y 3 gotas de limón en 100mls de aceite de oliva puede ayudar.
El aceite de rosa es un tónico uterino y antidepresivo.
El de geranio ayuda a la respiración y aumentar la circulación.
La mejorana es un tónico uterino que también ayuda a la respiración y puede ayudar a disminuir la presión arterial. También es un analgésico eficaz y antiespasmódico
Concentraciones
Si vas a utilizar un quemador de aceite o vaporizador añade unas gotas de aceite en el agua.
Puedes combinar dos o tres aceites al mismo tiempo, pero es mejor no usar más de cuatro.
Si necesitas un fuerte estimulo con un aceite en particular, entonces tu pareja o tu “compañero de parto” puede poner un par de gotas en un pañuelo para que lo mantengas cerca de la nariz e inhales.
Si utilizas los aceites para un masaje, utiliza 20 gotas de aceite por cada 100 ml de aceite portador. Hay varios aceites portadores para elegir: Aceite de almendras dulces, aceite de semilla de uva, jojoba, germen de trigo y aceite de oliva son buenos ejemplos.
Si tienes alergia a las nueces mantente alejada de aceites de frutos secos derivados.
Es posible que prefieras el ligero aroma de aceite de un soporte a otro, así que es una buena idea experimentar con anticipación.
Estás leyendo este artículo gracias a nuestra colaboradora Marta de Frutos, matrona con más de 5 años de experiencia. Puedes ver su blog o su web.