El Día Internacional de la Solidaridad se celebra cada año el 31 de agosto con el fin fortalecer los ideales de la solidaridad como valores fundamentales para las relaciones entre naciones, pueblos y personas.
La transmisión de valores como la justicia, la amistad, el respeto.. debe hacerse desde la infancia y la solidaridad es uno de esos principios que los niños deben conocer desde que son pequeños.
Pero, ¿cómo podemos contribuir a que nuestro hijo se eduque conforme a esos valores? El trabajo no sólo debe hacerse desde las aulas sino también en casa.
Los bebés y niños tienden a imitar las conductas de sus padres y mayores porque son su modelo a seguir y de ellos aprenden ciertas conductas que se mantendrán hasta la edad adulta. Por eso, es tan importante que desde una edad temprana sepamos conducirles hacia buenas conductas y enseñarles el sentido del respeto y la empatía.
Desde la Asociación Mundial de Educadores Infantiles, AMEI, nos proponen algunas ideas para que nuestros peques entiendan el concepto de la solidaridad y que podemos aplicar a las tareas cotidianas que compartimos con ellos en el día a día.
1.Cuentos solidarios
Leerles cuentos que incluyan el concepto de la solidaridad, les muestren la importancia de entender a los demás aunque sean diferentes y vivan en otros lugares es una buena práctica que podemos inculcarles desde bien pequeños. Debéis buscar cuentos infantiles adaptados a su edad en los que de forma amena les transmita el mensaje que queremos e incluso inventar otras narraciones en las que ellos sean protagonistas de una historia cuya moraleja tenga que ver con la solidaridad.
Intermón Oxfam nos propone algunos cuentos para inculcar valores en función de la edad de los niños que podéis leerles de vez en cuando.
2. Nuestra propia conducta
Como sabes, a los niños les encanta imitar a los mayores, incluso en aquellas conductas que no son apropiadas. Sin embargo, has de intentar que aprendan aquellas acciones buenas que realizas con tus allegados o en tu casa, con ellos o con otros familiares.
Si tu hijo ve cómo compartes un dulce con su papá, ayudas a subir las bolsas a una vecina de edad avanzada o echas unas monedas a una persona que pide en la calle, estará educándose en el valor de la generosidad, el respeto, la empatía y la solidaridad.
La educación en valores no sólo es la forma en la que les enseñamos sino lo que ellos aprenden solo por imitación.
3. Abrir su mente
Tu hijo tiene que saber que no todas las personas tienen su mismo color de piel, viste de la misma manera, habla el mismo idioma o tiene las mismas posibilidades de comprar un juguete.
Sentarte un ratito con él y mostrarle dibujos, fotos o incluso vídeos en los que aparezcan niños o adultos de otra raza, otro estilo y otra condición social le ayudará a comprender que el mundo es variado y que hay que respetar al prójimo independientemente de dónde proceda y cuál sea su entorno.
4. Apadrinar a un niño de su edad
Hay familias que apadrinan un niño de cualquier país subdesarrollado para ayudarle con su educación y su alimentación.
A un niño le puede resultar divertido dibujar, escribir o incluso comunicarse con su “apadrinado”, del que puede tener una foto, y contar a sus compañeros de guarde o de cole dónde vive, cómo viste y lo malito que se pone si no le mandáis comida o medicinas. ¿Hay mejor forma de enseñarles a ser solidarios?
5. Ir al cine o ver pelis divertidas
A los niños les encantan las películas desde bien pequeñitos y cuando van prestando más atención a partir de los 3 ó 4 años, pueden aprender mucho con ellas.
Si aún son demasiado pequeños para ir al cine, podéis dejarles que vean una peli un día del fin de semana en la tablet o en la televisión de casa y verla todos en familia.
Hay muchas películas infantiles que transmiten valores y sin darse cuenta pueden aprender conductas muy positivas.
Son algunos hábitos fáciles de poner en práctica desde que son bebés que te ayudarán a educar a tu hijo en el valor de la solidaridad pero también en otros valores importantes como la amistad, el respeto, la justicia o la confianza.